Yo solo sé decir que he aprendido mucho, que de las experiencias buenas o malas he sacado mucha reflexión de esta introspectiva que tanto me encanta...
Sé que suena fatal decir esto pero...No tengo prisa por empezar un nuevo año, tampoco reparos. Simplemente, no tengo la lista de propósitos de un cambio gigante en mi vida o ilusiones a las que me agarro fuerte. No voy a dejar nada atrás ni a empezar nada nuevo. Mi propósito es seguir así, continuar tal como ahora con mis reflexiones introspectivas; conociendo a gente; riendo sola en casa; haciendo las maletas; descubriendo paisajes y sensaciones; con algunos momentos carpe diem, siendo sincera a lo loco; bailando y aprendiendo día a día. Nada más...
Por primera vez, no necesito que un nuevo año me traiga una nueva vida o un gran cambio, soy yo la que he cambiado ya. Y se con completa seguridad que este año va a ir bien, porque yo lo decidí así. Nada más...
Es curioso que siempre tenemos que pasar por un grave obstáculo para darnos cuenta que debemos exprimir la vida como si fuera la última naranja que nos queda en la nevera (sí, en la nevera, me gusta el zumo frío. Suelo ser extremista en estas cosas...).
Os deseo que vuestros propósitos se cumplan y si no tenéis, como yo,deseo que sigáis siendo tan completos y tengáis momentos de felicidad para coleccionar, como hasta ahora.
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